Hacienda el Buen Vivir

Este diseño se gestó durante el primer semestre de mi tercer año, bajo la tutela de la profesora Maria Flores. Tras una exhaustiva visita y estudio del área de intervención en la Hacienda Rullán en Utuado, Puerto Rico, fuimos testigos de los daños provocados por huracanes en años anteriores, que llevaron al abandono de un lugar con un potencial increíble. Se nos encomendó la tarea de crear un plan maestro para la rehabilitación de la hacienda, con el objetivo de revitalizar la zona.

El proyecto se centra en el deseo de pertenencia y la conexión con la naturaleza. Busca inspirar a través de cada espacio y establecer vínculos sensoriales con el entorno natural. Se abren oportunidades en el campo del agroturismo en Puerto Rico, invitando a personas de todas las edades a participar en una variedad de actividades que pueden disfrutarse en el lugar. Estas actividades incluyen espacios educativos, deportivos, de siembra pasiva, estadías, mercados, camping, entre otras.

El diseño del proyecto se enfoca en la sostenibilidad ambiental, con cada edificio diseñado para aprovechar al máximo las energías pasivas naturales. Se incorporan sistemas de drenaje para almacenar el agua de lluvia y utilizarla en la agricultura. El programa comprende espacios multiusos, invernadero, centro informativo, pérgola interactiva, mariposario, apiario, servicios sanitarios, mercado, cabañas, restaurante y área de merendero, con el fin de satisfacer las necesidades de la comunidad local y atraer a visitantes externos para una experiencia única.

Se otorga especial importancia a la rehabilitación de áreas naturales, convirtiéndolas en reservas naturales. El proyecto busca estimular los sentidos de quienes lo visitan, utilizando plantas aromáticas para el olfato, alimentos para el gusto, materiales y actividades táctiles, y una arquitectura que realza el paisaje para la vista.

Siguiendo el principio de la biofilia, el proyecto tiene como objetivo reciclar y reutilizar el agua proporcionada por la naturaleza. Los techos inclinados son fundamentales para este propósito, permitiendo la recolección de agua que se almacena en estanques a lo largo del sitio. Además, se pretende implementar sistemas de reciclaje de materia orgánica y garantizar que todos los elementos necesarios para la funcionalidad agrícola del proyecto estén presentes en el sitio.